Autor del proyecto: (esfero) Esther Ferrer Román. Colaboradores: Dinesh Soneji + ID_Laura Mercedes Gonzalez + Fernando Cuyas_Categoría: Concurso_Año: 2017_Promotor: Europa_Situación: Amsterdam – H-buurt
El proyecto parte del reconocimiento de las carencias y contrariedades del lugar para entonces invertirlas. Una de las premisas fundamentales con las que cuenta es el de intentar aunar el campo y la ciudad. Se pretende recuperar parte de ese territorio olvidado, al tiempo que adulterado por el hombre, introduciéndolo en la trama urbana de H-Buurt. Justo la longitudinalidad de los campos tan característicos de Holanda, es lo que permite coser la trama urbana existente, ya que en lugar de poner sobre el tablero una única línea en la que disponer la edificación, se habilitan multitud de ellas, en éstas se colocarán las nuevas viviendas.

Las viviendas propuestas responden a la tipología de bloque lineal, ahora bien, son inversamente proporcionales a los existentes en el lugar, ya que se pretende romper las interminables fachadas de ésta zona residencial en post de una discontinuidad que enriquezca al espacio público. Así las grandes y alargadas fachadas parecen quedar ahora fracturadas a favor de estrechas piezas, de altura variable, que potencian la transversalidad.
Por otra parte, estas piezas residenciales se levantan de la cota cero, es decir, de aquella habitada por el hombre, con el objeto de que el espacio público predomine sobre el construido. De esta forma se pretende devolver al ciudadano lo que siempre ha debido ser suyo, el espacio público. Bajo los edificios se disponen caminos, parques y pequeños bosques con el objeto de que no exista una única zona en la que los niños poder jugar, las parejas pasear o los ancianos pararse a la sombra de un árbol, sino que toda la superficie de intervención pretende ser un gran área verde en la que disfrutar tanto del campo como de la ciudad. Algunas de las trazas verdes que se proyectan sobre la zona se alargan hasta adentrarse en zonas no necesariamente vinculadas con la zona de intervención propuesta, estas trazas que se expanden son bancadas verdes llenas de árboles frutales y aromáticos, de forma que las perspectivas se prolonguen a base de los troncos de dichos árboles; los cuales como si de filas de soldados se tratase insinúan desplazarse por las zonas con el objeto de enganchar, grapar, diversas áreas antes inconexas.
Por otra parte, y dentro de las zonas verdes propuestas en el área de intervención se plantean también zona para el cultivo, con el objeto de que estas parcelas sirvan no sólo para el propio abastecimiento de los habitantes de éste área residencial, sino también para formar una posible cooperativa de producción; así los alimentos cultivados pueden ser vendidos, creándose así puestos de trabajo.

Uno de los aspectos fundamentales del proyecto son las piezas que albergan los nuevos usos que se pretenden incluir en esta zona fundamentalmente residencial, se trata de lo que desde un principio hemos denominado como “bolsas expansivas”. Estas piezas contienen, entre otras cosas, almacenes para guardar infraestructuras propias del campo, talleres de artistas que necesiten trabajar con grandes volúmenes, oficinas, áreas para trabajo comunitario, centros de ocio, pequeñas guarderías, salas de reuniones vecinal con graderío incorporado, áreas libres a cotas elevadas… estos usos no están separados de las viviendas sino que en gran parte son compartidos por ellas, ya que entre éstas y aquellas, en la mayoría de los casos, existen galerías comunes de comunicación.

Ahora bien, estas “bolsas expansivas” que contienen dichos usos serán también las piezas que servirán para la expansión de las viviendas, es decir para el aumento de su superficie. Se ha de tener en cuenta que aquellas son medianeras con las viviendas, de forma que sólo hay una pared que las separa de dichas piezas. La comunidad, y el propietario de la vivienda se deben de poner de acuerdo para vender, por una parte, y comprar o alquilar, por otra, parte de las “piezas expansivas”, de forma que si el inquilino de una vivienda pretende aumentar la superficie de la misma, sólo debe de comprar parte de la pieza aledaña, tirar la pared que separa ésta de su vivienda, y entonces expandir su casa, o bien comunicar ésta directamente con su zona de trabajo –existente en dicha pieza justo al lado de su vivienda-. De esta forma se produce una cierta hibridación entre vivienda y trabajo.

Todo el conjunto atiende a una orientación sur-norte, de forma que las fachadas principales tienen dirección Este-Oeste, con el objeto de conseguir el mayor número de horas de luz. Tanto las viviendas como las piezas expansivas respiran por una única fachada, las cuales son contrapuestas, de forma que al aumentar la superficie de las viviendas, toda las estancias obtengan ventilación.
Los materiales propuestos son los siguientes:
-Las pastillas de las viviendas se forman a base de ladrillo negro, sus grandes ventanales estará protegidos por un sistema de cierre, también negro, que conseguirá dejar la pastilla completamente opaca, cuando todos los inquilinos cierren dicho sistema de protección. Sin embargo, en la mayoría de los casos dichos sistemas estarán en algunas viviendas, o estancias, cerrados y en otras abiertos, de forma que el edificio nunca tienen una imagen constante, sino cambiante en función de los inquilinos de las viviendas.
-Las “Piezas expansivas” son sin embargo de un material mucho más delicado, ya que se constituyen a base de estructura metálica envuelta en planchas translúcidas de invernadero. Esto implica sobretodo transparencia, la opacidad de las viviendas se contrapone con la claridad de estas piezas, de forma que se puede ver a través de ellas, los forrajes y tacos de paja de los almacenes vinculados al campo, o las maderas amontonadas del carpintero, o incluso las piezas de gran tamaño realizada por los artistas. También al fondo, como no, la silueta compacta de la pieza residencial, la cual a través de éste liviano cerramiento, tiende a advertirse desvirtuada casi como camuflándose.
Es importante tener en cuenta que las ventanas de estas piezas serán huecos que queden libre cuando los paneles translucidos, que también los forman, se deslicen lateralmente; por lo que los huecos son elementos proyectados. Sin embargo se propone que la masa de cerramiento, necesaria para la vivienda, cuando ésta se expanda sobre la pieza, no se ejecuta, abaratando así los costes de estas “piezas expansivas”. Por lo que será el propietario de la vivienda el que cuando expanda su casa construya el cerramiento. De esta forma -que podría discutirse- la opacidad de la pieza va aumentando a medida que la superficie de vivienda se va adueñando de la “pieza expansiva”.
Hay, en todas las piezas, superficie que no puede servir como expansión. En algunos casos porque se impediría la correcta ventilación y en la mayoría, porque se proyecta para que aún comprándose superficie para aumentar la vivienda, siga existiendo áreas vinculadas a otros usos. Así, las zonas de grandes alturas, o aquellas que coinciden con la planta baja de los dúplex proyectados, siempre tendrán como uso el de almacén, zonas recreativas, talleres para artistas, etc..
